LOS ECONOMISTAS CONSIDERAN “URGENTE” FIJAR UNA HOJA DE RUTA PARA LA INDUSTRIA ESPAÑOLA

No es algo nuevo. Tal y como apuntaba en los documentos de los años 2006 y 2009, el Consejo General de Colegios de Economistas de España considera urgente definir una hoja de ruta para la industria española, a fin de mantener nuestro nivel de vida y de dar estabilidad a la industria y al conjunto de la sociedad. Precisamente hoy BBVA ha anunciado que la economía española se contraerá un 1,1% este año. La entidad entiende que en 2013 la actividad económica continuará contrayéndose para pasar a estancarse y, solo en 2014, empezaría de nuevo a crecer en niveles del 1,1%. BBVA manifiesta que el paro seguirá subiendo hasta alcanzar el 27% de la población activa. BBVA Research señala en la última revista Situación España que varios factores han contribuido a la reducción de las tensiones de los mercados financieros en España, y a la paulatina, aunque incompleta, reapertura de los mercados de financiación, que ha permitido una reversión de la salida de capital extranjero observada en la primera mitad de 2012. En primer lugar, las Administraciones Públicas están llevando a cabo un ajuste fiscal que empieza a dar frutos, mediante la implementación de medidas. Prueba de ello es la estimación preliminar que apunta a un incremento de los ingresos públicos y una reducción del gasto público en 2012, a pesar del entorno recesivo. En segundo lugar, se ha avanzado “significativamente” al impulsar con transparencia y ambición la recapitalización, saneamiento y reestructuración del sistema financiero. En tercer lugar, se ha acelerado la corrección del déficit de la balanza de pagos, que en los últimos tres meses ha pasado a mostrar ya un superávit. Además, la caída del PIB en 2012 (-1,4%), en línea con las perspectivas de BBVA Research, ha sido menor que la prevista en la primera mitad de año por el consenso de previsiones. El Consejo General de Economistas sigue apostando por un cambio en la política industrial, que suponga una renovación y se rija por un nuevo enfoque, y que se plantee como objetivo finalista armonizar la relevancia económica de la industria española con la de la Unión Europea, alineándola, en estos momentos, con las prioridades del mismo signo emprendidas por los gobiernos de otros países desarrollados (Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Unión Europea, etc.). Después de un cuarto de siglo de pensar en una economía post-industrial basada en los servicios, los países occidentales han descubierto lo importante que es la industria para la economía y para la sociedad en múltiples aspectos (estabilidad, riqueza, empleo, etc.), y apuestan por una nueva política industrial. Es necesario aprovechar las oportunidades e impulsar iniciativas tendentes a una renovación sostenible y un mayor desarrollo de la base industrial de España, capaz de generar puestos de trabajo de calidad. Los economistas destacan, en definitiva, la relevancia que tiene una política industrial activa para un crecimiento duradero y para el empleo. “Evidentemente, todo ello enmarcado en los retos de carácter macroeconómico que tiene entre manos el país y que condiciona la asunción de cualquier tipo de política en materia económica y productiva”. En el informe se señala que en el horizonte 2020 la industria en España debería aportar como mínimo el mismo porcentaje del PIB que en la zona euro: Debemos ser conscientes de que la armonización total de la renta per cápita del país con la de la Unión Europea será difícil de alcanzar sin una verdadera armonización industrial. De hecho, una industria competitiva fortalecerá la sociedad y garantizará el desarrollo económico del país, especialmente en estos momentos en los que no se vislumbran actividades alternativas capaces de generar riqueza de forma sólida y continuada. El Consejo General de Colegios de Economistas ha publicado hoy (13 de febrero de 2013) el tercer informe de “La industria: pieza clave para un nuevo modelo productivo sostenible” en el que al igual que en ediciones anteriores (2006 y 2009) se aportan reflexiones útiles para que los responsables políticos, institucionales y empresariales puedan desarrollar un debate fructífero sobre la urgente necesidad que tiene España de modernizar el modelo productivo. Valentí Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas, señala: La realidad económica y social cambia al ritmo que marcan las innovaciones tecnológicas, lo que obliga a reflexionar sobre los mismos y a valorar adecuadamente los efectos sobre la estructura productiva de un país. En esta dinámica, de cambios acelerados, en los que el tiempo disponible para reflexionar siempre es escaso, es necesario hacerlo permanentemente y actuar con congruencia para evitar errores. En estecontexto es imprescindible promover el debate sobre el papel del sector industrial en los procesos de desarrollo sostenible de nuestra economía y especialmente en estos momentos, en los que se manifiesta como un elemento fundamental para salir de la crisis”. El estudio ha sido dirigido por Ángel Hermosilla, Economista, miembro del Departamento de Estudios del CGCEE y en él, también han participado: Jorge Lasheras, presidente de Torrot Electric Europa, director general de la Fundación Onuart, Partner de J. Lasheras & Associates, ex presidente y ex consejero delegado de Yamaha Motor España y Juan Canals, Economista, Auditor, presidente de la Comisión Internacional de la CEOE y que fue presidente de Pulligan. “La industria: pieza clave para un nuevo modelo productivo sostenible” Los cinco vectores clave sobre los que debe pivotar el cuadro de mando de la industria española son los siguientes: 1. La innovación tecnológica, tanto de producto y servicios como de proceso, así como la innovación no tecnológica (organización, gestión, etc.), incluyendo toda la cadena de valor y atendiendo a empresas, clústers, parques y centros tecnológicos, etc.. En este sentido, se ha de impulsar el binomio “Universidad-Empresa”, siendo conscientes de que para que dicha innovación tecnológica sea realmente efectiva, tiene que hacerse desde la empresa, cerca del mercado. 2. El conocimiento, impulsando la contribución de valor añadido por parte del capital humano, ya sea de nivel superior o bien con una cualificación de tipo medio y profesional, alentando la formación continua, la transferencia de conocimientos, los nuevos métodos de trabajo y el desarrollo de actitudes propicias al cambio, con el fin de hacer un uso eficiente del talento. Esto es, el sistema debe producir las personas que la sociedad, incluida la empresa,necesita. 3. El espíritu emprendedor y empresarial, focalizando la atención en el sistema educativo desde sus bases y valorizando el capital humano. Aquí cobran especial relevancia los medios de comunicación. Lo importante es que la sociedad debe consensuar el darle una imagen deseable al empresario,como hacen en otros países de nuestro entorno, impulsando conceptos necesariamente ligados de esfuerzo y riesgo. 4. La internacionalización, de grandes, medianas, pequeñas y micro empresas, fomentando iniciativas imaginativa en sentido amplio (inversiónextranjera directa, cooperación tecnológica, subcontratación, etc.), que ayuden a crear multinacionales españolas de cualquier dimensión y en cualquier rama de actividad (industria, servicios, construcción, etc.). Se trata de evitar acciones dispersas definiendo y manteniendo un marco centralizado y coordinado. 5. La sostenibilidad, que suponga no despilfarrar los recursos disponibles y garantizar el acceso a ellos en buenas condiciones de cantidad y de precio, así como alcanzar una mayor eficiencia en el uso de las materias primas y de la energía, respetando, en todo momento, el medio ambiente. Esto forma parte de la responsabilidad social corporativa y, cada vez más, las empresas empiezan a entender que atender a este punto mejora su imagen pero también su rentabilidad.